Uno de los verdaderos asuntos pendientes de la Iglesia es, sin duda, el de la integración pastoral de las personas con discapacidad. Aunque se están dando pasos, en comunidades concretas y casi siempre alentados por la presencia de personas con discapacidades diversas, físicas o intelectuales, la realidad es que la atención de estas personas, especialmente en el campo de la discapacidad intelectual sigue siendo escasa y poco trabajada…
Pincha aquí para leer el artículo completo, firmado por María José Atienza y publicado en Omnes. Hace referencia al documento «La Iglesia es nuestra casa», nacido en el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y también aporta testimonios en primera persona.

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